En el más
reciente número de la revista Atlas,
se puede leer, dentro de la sección cómica (más bien sarcástica) denominada Mentalísima, un artículo titulado Avances en salud mental en el que, entre otras cosas, se explica
una nueva propuesta terapéutica: “Las terapias ultrabreves”. Reproduzco íntegra
la pequeña explicación:
En los
tiempos venideros nadie quiere pasarse meses hablando de sus conflictos
familiares o personales. Las terapias ultrabreves consisten en un encuentro de
cinco minutos donde se aplica el Cuestionario del Tío en Situación Social para
resolver conflictos. “¿Cómo te llamás? ¿De qué cuadro sos? ¿Tenés novia/o/x? ¿A
quién querés más, a mamá o a papá?”. (p. 27)
Esta simpática
propuesta hace un señalamiento, como todo lo gracioso, a una verdad que se
impone: vivimos la época de lo inmediato.
El sistema
capital y los desarrollos tecnológicos han promovido la tendencia humana a la
búsqueda de lo inmediato (¿o han sido consecuencia de éllo?). La gente no
muestra, en estos días, mucha disposición a esperar, se ha acostumbrado a las
respuestas rápidas. Por un lado, la tenencia de dinero genera la ilusión de que
se tiene el derecho de comprar lo que uno desee: ropa, comida, empleados,
salud, etc.; en el otro sentido, el de la tecnología, es evidente que internet
representa la consumación ilusoria de la satisfacción inmediata: la gente puede
hacer trámites, revisar cuentas, y hasta procurar su salud al ritmo de un clic.
Si internet falla (se alenta en computadoras o celulares) ocurre una hecatombe:
los rencores se proyectan, la agresión permea el ambiente (virtual y real), y
la omnipotencia soñada recibe un doloroso rasguño[1].
Los sistemas de mensajería indican el momento en que el mensaje ha sido enviado
y el momento en que el destinatario lo ha visto; es decir, se evita la
incertidumbre común de “¿le habrá llegado mi mensaje?, ¿lo habrá visto?”. Con
esta respuesta (falsamente) tranquilizadora, el remitente se siente mejor.
En psicología
la dirección no es distinta. Cada vez surgen nuevas alternativas terapéuticas
que suelen tener como denominador común el mismo beneficio para sus clientes:
la brevedad. Incluso el psicoanálisis (investigación psíquica interminable) ofrece
hoy en día modalidades alternativas breves o de plazo fijo[2][3].
Tanto en el
ámbito psicológico como para pensar la vida en general cabe preguntarse: ¿la
dinámica de lo inmediato es el motor que genera los movimientos del mundo y la
humanidad actuales?, ¿o es la consecuencia de que estas generaciones temamos,
como nunca antes, a la investigación de lo profundo, de lo esencial, de lo
importante? Quisiera saberlo; seguramente tendré que ser paciente.
Hasta el próximo jueves.
Psic. Juan José Ricárdez.
Referencias
Centro Eleia
(2012) Video del taller: Intervención en crisis.
Imparte: Marisa Madrigal. Recuperado de http://vimeo.com/33139742.
Zurita, M.
(2014) Avances en salud mental. Atlas.
(2), 27.
[1] En días recientes se
ha manifestado en redes sociales una gran preocupación por la que sería, y hoy
es, la versión final de la legislación secundaria en materia de radiodifusiones
y telecomunicación. Los preocupados cibernautas comentan que la verdadera intención
y potestad de esta ley (mejor conocida como Ley
Telecom) es la de legalizar la capacidad censuradora del Estado cuando los
contenidos (específicamente los de internet) no resulten de su conveniencia. No
puedo, ubicado en el contexto de esta entrega, dejar de preguntarme: ¿realmente
se teme a la censura, o existe un enojo infantil porque el Estado pretende
salpicar de realidad el mundo virtual?; pienso este asunto recurriendo a la
analogía del adolescente que se molesta con los papás que hurgan en su alcoba.
[2]
Véase en Teoría y técnica de la
psicoterapia psicoanalítica de Coderch, o en Los fundamentos de la técnica psicoanalítica de Etchegoyen, las
diferencias entre psicoanálisis y psicoterapia psicoanalítica; y el método de
intervención de emergencia de Fromm-Reichmann en Psicoterapia de emergencia.
[3] “Muchas
veces decimos: “¿cómo es que en psicoanálisis podemos hacer intervención en
crisis? No, no con el psicoanálisis como técnica que ejercemos como terapeutas,
como psicoterapia psicoanalítica, como psicoanalistas; o sea, con esa técnica
no; pero sí con los fundamentos teóricos” (Eleia, 2012).
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