Primera parte: definición
Trastorno por consumo de alcohol (DSM-5)
Los trastornos relacionados con
sustancias abarcan diez clases de drogas distintas: alcohol, cafeína, cannabis,
alucinógenos (con categorías separadas para la fenciclidina [o
arilciclohexaminas, de acción similar] y otros alucinógenos), inhalantes, opiáceos,
sedantes, hipnóticos y ansiolíticos, estimulantes (sustancia anfetamínica, la
cocaína y otros estimulantes), tabaco y otras sustancias (o sustancias
desconocidas). Estas diez clases no son radicalmente distintas entre sí.
Cualquier droga consumida en exceso provoca una activación directa del sistema
de recompensa del cerebro que participa en el refuerzo de los comportamientos y
la producción de recuerdos. Provocan una activación tan intensa del sistema de
recompensa que se ignoran las actividades normales.
A. Un modelo problemático de
consumo de alcohol que provoca un deterioro o malestar clínicamente
significativo y que se manifiesta al menos por dos de los hechos siguientes en
un plazo de 12 meses:
1. Se
consume alcohol con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más
prolongado del previsto.
2. Existe
un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el consumo
de alcohol.
3. Se
invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir alcohol,
consumirlo o recuperarse de sus efectos.
4. Ansias
o un poderoso deseo o necesidad de consumir alcohol.
5. Consumo
recurrente de alcohol que lleva al incumplimiento de los deberes fundamentales
en el trabajo, la escuela o el hogar.
6. Consumo
continuado de alcohol a pesar de sufrir problemas sociales o interpersonales persistentes
o recurrentes, provocados o exacerbados por los efectos del alcohol.
7. El
consumo de alcohol provoca el abandono o la reducción de importantes
actividades sociales, profesionales o de ocio.
8. Consumo
recurrente de alcohol en situaciones en las que provoca un riesgo físico.
9. Se
continúa con el consumo de alcohol a pesar de saber que se sufre un problema
físico o psicológico persistente o recurrente probablemente causado o
exacerbado por el alcohol.
10. Tolerancia,
definida por alguno de los siguientes hechos:
a. Una
necesidad de consumir cantidades cada vez mayores de alcohol para conseguir la
intoxicación o el efecto deseado.
b. Un efecto
notablemente reducido tras el consumo continuado de la misma cantidad de
alcohol.
11. Abstinencia,
manifestada por alguno de los siguientes hechos:
a. Presencia
del síndrome de abstinencia característico del alcohol (véanse los Criterios A
y B de la abstinencia de alcohol, págs. 262–263).
b. Se consume
alcohol (o alguna sustancia muy similar, como una benzodiacepina) para aliviar
o evitar los síntomas de abstinencia. (Apa, 2014, p. 253-261)
Beneficios de dejar de beber
alcohol
En concreto, los resultados de su
trabajo que publica la revista ‘British Medical Journal’, demostraron que
reducir el consumo de alcohol, aunque sea leve, se asocia a un menor riesgo de
enfermedad coronaria, un menor índice de masa corporal (IMC) y niveles más
bajos de presión arterial. (…) la reducción del consumo de alcohol, incluso
para los bebedores moderados, puede provocar una mejora de la salud
cardiovascular. (Bmj, 2014)
¿Por qué a pesar de los
beneficios (sociales, de salud, etc.) de no consumir alcohol, se continúa
consumiendo?
La bidependencia representa una
doble dependencia: a sustancias y a personas. Podría definirse como una
dependencia sentimental sobreañadida a otra adicción primaria. Afecta más a
mujeres y tiene una gran morbilidad, hasta un 70% de adictas con pareja pueden
presentarla. De añadidura, supone el primer factor de riesgo de recaída, ya que
persiste una vez remitida la adicción, de ahí la importancia crucial de su
tratamiento paralelo al puramente adictivo. (García, Cruz, Rivas, Sirvent &
Villa, 2014)
Continuamos el próximo jueves.
Psic. Juan José Ricárdez.
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