jueves, 21 de febrero de 2013

Narcisismo de grupo

Hace algunos meses, al inicio de una sesión clínica, un paciente y yo charlábamos sobre futbol, específicamente sobre futbol mexicano. En eso estábamos cuando le hice la pregunta obligada: “¿y usted, a qué equipo le va?”, y él me respondió: “al mejor de todos, a los Pumas”.
Esta respuesta me hizo pensar en un concepto que Fromm propone cuando explica el fenómeno del narcisismo: el narcisismo de grupo. El narcisismo de grupo no es otra cosa que el convencimiento pleno de que todos (o alguno de) los grupos a los que se pertenece (familia, nación, religión, etc.)  son mejores que los demás.
Es recurrente toparnos con afirmaciones que denotan cómo una personalidad narcisista pretende bañar con su aura a todo lo que está cerca de él. Lo peligroso de esto es que, recordando una de las características de este trastorno de personalidad, al narcisista le genera malestar no ser el centro de atención, no ser lo más importante y, en este caso, que su grupo no sea el mejor; lo cual, en casos graves, podría desembocar en delirios como el del nacismo alemán (o como el de los que se creen con el derecho de obstaculizar la dinámica social al defender sus convicciones).
Elegimos hacernos miembros de un grupo, el que sea, a partir de cuestiones inconscientes a las que no se accede fácilmente. Jamás se elige un grupo porque ése sea el mejor. La elección de un grupo tiene mayor tonalidad afectiva que racional.
La virtud es inocultable para quien la posee; la atención exagerada hacia las virtudes propias es narcisismo. En ese tenor nos movemos y ésa es nuestra naturaleza; pero habrá que hacer un esfuerzo por observarnos cuando hablamos de nosotros y de nuestros grupos, ya que, a fin de cuentas, cada vez que pretendemos ensalzar lo “bueno” que encontramos en éstos, sólo hacemos evidente lo mermado de la estima que nos tenemos a nosotros mismos a niveles más profundos.
Hasta el próximo jueves.

Psic. Juan José Ricárdez

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