viernes, 10 de mayo de 2013

Un acto fallido para escribir sobre "el síntoma"

Generalmente, la redacción semanal de estas entradas es realizada los miércoles, pero, esta vez, decidí realizarla el martes sin prever, como después sabría, que no podría escribirla.
Resultó particularmente difícil decidir qué tema abordaría. Finalmente, elegí el tema de “el síntoma” influenciado por una lectura que había realizado esa mañana.
Ya estaba el tema y ahora tenía que definir cómo abordarlo. Se me ocurrieron dos opciones: la primera, consistía en hablar de “el síntoma” desde la óptica psicoanalítica; es decir, explicar lo que en Psicoanálisis se entiende como síntoma. La segunda opción, por otro lado, era hacer una diferenciación entre lo que “el síntoma” representa para la Psicología Clínica y para el Psicoanálisis. Comencé por la segunda opción, y después de dos párrafos el texto fue abandonado y eliminado. Seguí con la primera opción y el texto fue terminado y eliminado inmediatamente después de la primera revisión. Decidí pues, finalmente, abandonar la redacción de esta entrada por ese día, y aguardar a que fuera miércoles para pensar en qué y cómo escribir.
Por la noche, como todas las noches, me dispuse a ver algunos videos de los que guardo en mi computadora personal. Por alguna razón, que después comprendería, recordé que tenía guardada una conferencia de Miller[1] que sólo había visto el día que la descargué (dos años antes). Decidí verla de inmediato.
Siguiendo con atención a Miller[2], llegué a la octava parte de la conferencia (la descargué en diez secciones), en la que encontré la respuesta a muchas cuestiones que en mi día habían quedado pendientes. Miller dice, en algún momento de esa parte
Cuando algo para ellos [los analistas] se puede llamar “un síntoma”, es, realmente, adoración. Lacan había notado que la primera ortografía de symptôme en francés, […] se podía oír en francés como “el santo hombre”, “hombre santo”. […] Cuando los analistas no entienden el Psicoanálisis hay, para ellos, como una santidad del síntoma…

Entendí entonces por qué yo había elegido escribir, esa misma mañana, sobre “el síntoma”; por qué no había podido hacerlo y por qué postergué la redacción; por qué de pronto recordé una conferencia de cuyo contenido no tenía noticia (consciente) y, finalmente, supe por qué la vi y por qué tenía que verla.
Mi acto fallido me llevó al de Miller, y el de Miller me llevó a comprender el mío. Hoy, miércoles, después de escuchar las palabras de Miller, tengo material para escribir sobre “el síntoma” y es lo que he hecho. Lo que supe, gracias a Miller, es que si tenía que hablar de “el síntoma”, era buena opción comenzar con el mío (¿ó desde el mío?).
Hasta el próximo jueves.

Psic. Juan José Ricárdez.


[1] Conferencia “Del saber inconsciente a la causa freudiana”. Disponible en Youtube.
[2] Miller comienza la conferencia relatando y analizando un acto fallido suyo de esa misma mañana, en el que, antes de salir de su consultorio, había tomado un libro queriendo realmente tomar otro que le sería útil para la impartición de la conferencia que le aguardaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario